martes, 5 de febrero de 2013

Decisiones digitales durante el proceso de captura


Hasta hace no muchos años, con el auge de la diapositiva, el proceso creativo a la hora de plasmar lo que el fotógrafo tenía ante él acababa con el clic del disparador. Ya no había más, el trabajo para esa captura había finalizado, para bien o para mal. No había espacio para decisiones posteriores, salvo descartar la foto.

Por suerte muchas cosas han cambiado desde entonces, la llegada de la fotografía digital ha abierto nuevas formas de concebir el proceso fotográfico-creativo y el clic del disparador no supone el final del proceso sino el fin de una etapa (o el comienzo de otra, según lo queramos ver).

En la actualizad el fotógrafo digital, a la hora de valorar el conjunto de decisiones que le inducirán a realizar una foto, ya no sólo debe tener en cuenta los parámetros clásicos de luz, composición y tiempo. No. Debe ir un paso más allá, y pensar, antes de apretar el disparador, los criterios de procesado que puede aplicar a la imagen. En función de ello la imagen a tomar puede cambiar drásticamente, entre hacer la foto y no hacerla, entre decantarse por un encuadre o por otro totalmente distinto.

Nota: en realidad esto ya era así en la época anterior a la dispositiva, pero parece ser que se nos había olvidado.

Este es el caso de la siguiente imagen, tomada este pasado viernes en Sierra de Guadarrama.


Canon EOS 5D Mark II, EF17-40mm f/4L IS USM, 
polarizador, trípode, 3.2 s @ f/22 ISO 100


Al ver la poca nieve que había cuando aparqué el coche, decidí cambiar de planes respecto a mi idea original e intentar fotografiar el atardecer desde la cima de la Najarra (2.199 m). Después de una hora de continuado ascenso fuera de todo sendero llegué muy justo de tiempo, sin margen para explorar el lugar como me habría gustado. Toda la zona era un raso yermo y caótico de manchas aisladas de nieve y pequeños matorrales sin ningún tipo de aliciente estético. En pocos minutos el cielo comenzó a estallar en colorido. Quería captarlo en toda su dimensión pero a la vez conferir sensación de profundidad. No quedaba otra que hacer uso del gran angular, pero ¿qué primer plano utilizar? ¿un arbusto de las decenas que allí había sin ninguna gracia? ¿un manchurrón de nieve? normalmente en este tipo de situaciones lo que hay que evitar son primeros planos caóticos muy contrastados. De repente lo vi claro, debía buscar una extensión más o menos amplia de nieve y aprovechar las suaves líneas que se forman para dirigir la mirada por el encuadre. Unas líneas que aunque muy sutiles a simple vista podría enfatizar lo suficiente durante el post-procesado. Y lo sabía porque no era la primera vez que me enfrentaba a una situación de este tipo. Poder enfatizar convenientemente esas líneas conductoras de la mirada por la imagen resultaba clave para el éxito de la fotografía.

Compositivamente hablando, las líneas del primer plano inician un camino en zig-zag ayudado por la línea del horizonte y rematado las líneas de fuga de las nubes.

Si me hubiera enfrentado a esta situación en la época de la diapositiva, estoy convencido de que no habría realizado la foto y habría buscado otro encuadre. El primer plano hubiera resultado muy soso, muy plano, carente de fuerza y atractivo. De no haber visualizando en mi mente, antes de apretar el disparador, el tratamiento que iba hacerle a la foto, es decir, cómo quería procesarla, no me habría decidido por este encuadre en particular.

Tener una idea clara de lo que se quiere plasmar y cómo se quiere mostrar es clave para orientar las distintas decisiones a las que tiene que enfrentarse el fotógrafo de paisaje, en tiempo de captura y durante el post-procesado.

Para finalizar esta entrada, os dejo unas palabras de Ansel Adams con las que me siento muy identificado:

"No puedo expresar de ninguna manera con palabras el significado interno de las fotografías. Alguno de mis amigos puede pero a un nivel místico, yo prefiero decir que, si siento algo muy fuerte, es cuando hago la fotografía, que es el equivalente de lo que vi y sentí... Cuando estoy listo para hacer una foto, creo que, de forma muy obvia, veo en mi mente algo que literalmente no está allí, en el sentido real de la palabra. Mi interés se centra más en expresar algo que se construye desde dentro que en extraerlo desde fuera."

6 comentarios:

  1. Una maravilla¡¡
    La hora de continuado ascenso valió la pena.
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Muy buena Enrique, siempre hay que ser resolutivo y "sacar algo" incluso de donde parece no haber nada.

    ResponderEliminar
  3. Felicidades! Muy buena foto, pero aún mejor el proceso hasta obtenerla. No hay nada que de más satisfacción al fotógrafo que plasmar las cosas tal como las "ve" en su mente. Saludos.

    ResponderEliminar
  4. JODER ENRIQUE...QUE FILOSOFO ESTAS, QUE ES SOLO UNA FOTOGRAFIA...JEJE

    LA FOTOGRAFIA ES COM EL LEJANO OESTE...PRIMERO DISPARA Y DESPUES PROCESA, RECORTA ETC...

    SALUT
    JOAN

    ResponderEliminar
  5. Pues yo creo que principalmente es que en analógica no la hubieses hecho porque sería "tirar" la película, mientras que en digital no pierdes "nada".
    También pienso que no viste la foto y que la hiciste porque, bueno, "ya que estamos aquí, tampoco pierdo nada por ver qué puedo hacer después" (y está claro que al menos buscaste algo decente).
    Que el resultado fue bueno y a la vista está, pues sí; pero creo que el proceso fue otro. Una opinión más.

    ResponderEliminar
  6. Son fotos maravillosas de maravillosos paisajes. Un saludo http://goo.gl/iFuoi

    ResponderEliminar