miércoles, 28 de septiembre de 2011

10 consejos básicos para mejorar tus fotografías de paisaje


A raíz de los talleres que he tenido oportunidad de impartir en el último año he confeccionado una lista con las diez recomendaciones básicas que más he compartido entre los asistentes.

Todas ellas son lecciones fruto del auto-aprendizaje en muchos casos o de la puesta en práctica de sugerencias tomadas de otros fotógrafos.

Tanto si te consideras un fotógrafo avanzado como si acabas de aterrizar en el mundo de la fotografía de paisaje espero que te resulten de utilidad.

1- SIGUE UNA RUTINA Y UN MÉTODO
Intenta marcarte una rutina y repetir siempre los mismos pasos hasta que sean actos inconscientes. Una vez lo consigas tu mente será libre para pensar en la parte artística de la fotografía y no tanto en la parte técnica.

En mi caso funciona elegir primero el encuadre de la escena. Acto seguido fijar los parámetros de exposición y por último seleccionar el punto de enfoque.

2- CONFIGURA ADECUADAMENTE TU CÁMARA: SEPARA EL BLOQUEO DE EXPOSICIÓN DEL BLOQUEO DE ENFOQUE
En relación con el punto anterior resulta muy útil tener configurada la cámara para que el botón de disparo no sea el que bloquee el enfoque. De esta forma se tiene más flexibilidad a la hora de componer. Por ejemplo, se puede tener prefijado el punto central como punto de enfoque, bloquear el enfoque sobre el motivo de interés antes de acoplar la cámara al trípode y una vez colocada hacer la foto sin peligro de reenfoques accidentales.
Nota: en la Canon 5D Mark II esto se consigue a través de la función personalizada C.Fn IV-1-3.

3- BUSCA LA COMPOSICIÓN SIN TRÍPODE
Deja el trípode a un lado hasta haber encontrado una composición que funcione. El trípode limita la búsqueda de encuadres y no otorga el mismo grado de libertad a la hora de buscar puntos de vista distintos de los que están a la altura de nuestros ojos cuando estamos erguidos.

Una vez hayas dado con el encuadre "ganador" y sólo entonces, coge tu trípode y trata de colocarlo de forma que la posición final de la cámara no se desvíe mucho de la elegida sin el trípode. No es tan fácil como parece porque tan sólo unos centímetros pueden dar al traste una foto.

4- UTILIZA UN CABLE DISPARDOR
Es sorprendente el número de asistentes a los talleres que viene sin este artilugio. Si quieres fotos no trepidadas y tener la libertar de hacerlas cuando tú quieres y no cuando decide la cámara resulta indispensable.

5- UTILIZA UN NIVEL DE BURBUJA
Este es otro elemento que se ha convertido en imprescindible dentro de mi equipo fotográfico. Es baráto, no pesa y no ocupa espacio pero me permite asegurar horizontes no inclinados en el 100% de mis tomas. Si no tienes uno ¿a qué esperas?

6- SACA PARTIDO A TU LIVEVIEW
Ya he comentado en varias ocasiones en este blog el uso que se le puede dar al Liveview. Si tu cámara lo tiene trata de empezar a utilizarlo y familiarízate con él cuanto antes.

Me sigue sorprendiendo el número de asistentes que disponiendo de esta caracteristica en sus cámaras ni siquiera lo tienen activado y no digamos ya correctamente configurado.

Entre los usos más habituales que le suelo dar destaco los siguientes:
  • Asegurar el enfoque en situaciones complicadas donde el autofoco no es efectivo.
  • Previsualizaciones de profundidad de campo sin la perdida de luminosidad propia de los diafragmas cerrados.
  • Ajuste de la exposición correcta visualizando el histograma en tiempo real.
  • Visualización del efecto del filtro degradado neutro y ajuste de su posición del antes de hacer la toma.
Su único inconveniente es el consumo extra de batería.

7- SUJETA LOS FILTROS DEGRADADOS NEUTROS CON LA MANO
Desde hace unos años recomiendo trabajar con este tipo de filtros sin utilizar portafiltros. Entre las ventajas que proporcionan sujetar con la mano estos filtros figuran:
  • Rapidez en la colocación del filtro. No se pierde tiempo enroscando arandelas adaptadoras.
  • Menos probabilidad de viñeteo, ya que el filtro queda pegado directamente a la parte frontal del objetivo o de los filtros que tengas enroscados (polarizadores, densidad neutra,...)
  • Mayor flexibilidad a la hora de decidir cómo se quiere la zona de transición, si muy difusa o muy abrupta. Esto se consigue moviendo el filtro durante el tiempo de exposición. Los movimientos amplios suavizan el efecto mientras que movientos cortos lo acentúan. Aunque pueda parecer lo contrario, este movimiento imprimido al filtro mientras está tocando la parte frontal del objetivo no supone ninguna trepidación en la imagen final (al final de este post puedes encontrar un vídeo donde muestro como suelo mover este tipo de filtros para "pintar" con ellos la escena)
Sólo en el caso de exposiciones sin trípode o de muchos minutos de exposición resulta más adecuado la utilización de portafiltros.

8- HAZ LA FOTO SÓLO SI LA COLGARÍAS EN CASA
Este es uno de aquellos consejos que una vez leí de un gran fotógrafo norteamericano y que ha fijado mi forma de enfrentarme a la fotografía.

Cuando apretemos el disparador que sea cuando realmente estemos convencidos de que lo que estamos contemplando a través de la cámara es algo único que nos fascina y va a ser ejecutado de la mejor forma posible. No tengamos prisa por apretar el disparador y pregúntate si lo que ves por el visor o por el LCD (si utilizas el Liveview) se puede mejorar de alguna forma.

No hagamos la foto pensando que a lo mejor al llegar a casa y verla en la pantalla del ordenador la vamos a ver de otra forma y que podremos corregir errores solucionables en el momento de la hacer la foto. La pregunta que nos debemos hacer es sencilla. ¿Colgaríamos en la pared de nuestra casa la foto que observamos por el visor? Si la respuesta es no, mejor dedicar el tiempo a buscar otras oportunidades.

Cuántas veces después de haber dedicado mucho tiempo y esfuerzo a preparar un encuadre decido recoger todo el equipo sin haber hecho siquiera una toma porque realmente no me satisface lo que observo por el visor. Seamos exigentes con nuestro trabajo desde el primer momento.

9- FOTOGRAFÍA EL MISMO ENCUADRE HASTA HABER AGOTADO TODAS SUS POSIBILIDADES
Una vez creamos haber encontrado el encuadre y momentos perfectos no hagamos una única toma y salgamos corriendo en busca de la siguiente foto. La luz y los elementos del encuadre, aunque de forma imperceptible, cambian: un rayo de luz que casualmente ilumina un elemento clave en nuestra escena durante unos segundos, unos reflejos que tan pronto aparecen como desaparecen al son de la brisa de la mañana,... Aprendamos a ser pacientes y no meros recolectores de instantáneas. No es raro en mí acabar con decenas de fotos aparentemente idénticas, sin haber variado el cuadre. Os aseguro que siempre hay una foto que destaca sobre el resto.

10-EL FORMATO VERTICAL TAMBIÉN EXISTE
Aunque parezca obvio no es raro observar durante las sesiones fotográficas como el formato horizontal predomina claramente sobre el vertical. Uno de los motivos suele ser no aplicar la regla comentada en el punto 3. Hay fotos que claramente se prestan mejor a un encuadre vertical y otras que encajan más en el horizontal. Sea como fuere es un buen ejercicio tratar de ejecutar ambos tipos de encuadres sobre una misma escena si ésta lo merece.

Hasta aquí mis diez consejos básicos. Ahora sólo falta que los pongas en práctica. Con el tiempo todos ellos te saldrán de forma inconsciente.

¿Tienes tú algún consejo que quieras compartir? Si es así, deja tú comentario. Si no, tus impresiones sobre lo que has leído son igualmente valiosas.

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