martes, 22 de febrero de 2011

Apariencia o realidad

Relata Fernando Puche en su último escrito en DSLR Magazine la opinión que algunas de sus imágenes suscita entre quienes las contemplan. Quienes seguimos el trabajo de Fernando sabemos que utiliza película y que ha estado utilizando de un tiempo a esta parte técnicas superponiendo imágenes junto con las ya más tradicionales largas exposiciones, entre otras. Pero a pesar de todo ello la opinión de quienes han contemplado sus últimos trabajos -comenta él- es la de que están retocadas con Photoshop.

Al leerlo me ha venido a la cabeza una conversación con integrantes del pasado curso de Photoshop que impartí este pasado fin de semana. Recuerdo que comenté que lo que hay que tratar de conseguir al retocar una foto no es tanto que la foto quede realista, es decir, fiel reflejo de lo que vimos, como que parezca realista, aunque se aleje de lo que observamos y que sólo nosotros conocemos. Y ojo aquí, no me estoy refiriendo al corta y pega de trozos de imágenes para recrear un momento inexistente. Me estoy refiriendo a que, por una parte, cuando procesamos una imagen es muy fácil excederse en las modificaciones que programas como Photoshop nos ponen al alcance del ratón y debemos tener la suficiente sensibiliad artística para darnos cuenta de que nos estamos pasando de la raya obteniendo una imagen de apariencia totalmente irreal. Por otro lado, como artistas no debemos obsesionarnos con obtener un resultado de apariencia idéntica a lo que contemplamos, porque para empezar ni si quiera nos acordamos.

Lo que comenta Fernando Puche al principio de este escrito no hace más que corroborar y extender mi impresión sobre la apariencia de las fotográfias: lo importante para el publico, en los tiempo que vivimos, no es tanto que algo sea real como que lo parezca. En muchas ocasiones "vende" más una foto realizada a mediodía en horas que el común de los mortales reconoce que una tomada en horas intempestivas bajo condiciones de luz inusuales.

2 comentarios:

  1. Yo creo que el problema es que ahora se identifica la fotografía con la mentira de manera que el espectador generaliza y ante cualquier obra que se aparte de los cánones queda etiquetada como manipulación digital.
    Dejando a un lado los objetivos comerciales, el fotógrafo tiene que buscar su camino, más cerca o más lejos de la realidad, y colmar sus anhelos aunque no coincidan con los de la mayoría de la gente. Yo no creo que tengamos que cambiar nuestra forma de fotografiar para que la imagen final parezca real, debemos ser fieles y honestos con nosotros mismos. Tal vez nuestros paisajes no encajen en fotografía de naturaleza pero sean perfectos en el mundo del arte o los fotoclubs. Y si nos pasamos con los programas informáticos estaremos haciendo ilustración en lugar de fotografía, con excelentes resultados por cierto en muchos concursos internacionales de la FIAP gracias a la falta de madurez de los jurados.
    Es ésta una cuestión que da para mucho más que unas lineas y que nos hace reflexionar sobre el fin último de nuestras fotografías.

    Un saludo.

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  2. Madre mia, no podria estar más de acuerdo tanto con tu entrada en el blog como con el posterior enlace de Fernando. Ha sido como poner palabras a mis pensamientos. Muiy bueno

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