Las nubes siempre me han parecido uno de los elementos con más fuerza y carácter a incluir en la fotografía de paisaje, tanto que muchas veces no hacen falta más elementos para conseguir fotografías con gran atractivo estético.
Después de muchos días de cielos sosos y sin muchas nubes llegaron las tan ansiadas lluvias y vientos que limpiaron la atmósfera. Al día siguiente los cúmulos eran los protagonistas de los cielos y no pude evitar desde mi ventana, desde el confort de mi hogar, buscar composiciones entre sus elegantes formas que cambiaban cada pocos segundos.
Eran escenas no para disfrutar en color sino para dejarse llevar por los contrastes y claroscuros. Fueron pocos minutos pero los suficientes para volver a disfrutar de la fotografía como hacía meses que no hacía.
Con estas escenas empiezo el año 2016, fotográficamente hablando, y espero que sea preludio de un año rico en experiencias y si son fotográficas mucho mejor.
La elección del blanco y negro le da un plus de dramatismo a esos cielos tan cargados
ResponderEliminarHay veces donde el ByN es la única manera realzar todo el potencial que una fotografía lleva dentro. Gracias por tu comentario Mikel!
EliminarQue serie tan BONITA Enrique, felicidades y muy buen comienzo de año.
ResponderEliminarGracias Juanjo, me alegro de que te haya gustado. Hay veces que la belleza llama a tu puerta y hay que estar ahí para recibirla. Otras veces, en cambio, hay que salir a buscarla sin garantías de encontrarla.
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