martes, 23 de marzo de 2010

El arte del procesado (parte III)

En esta tercera y última parte sobre "El arte del procesado" vamos a meternos de lleno en las distintas decisiones que tomé a la hora de procesar la foto con la que inicie esta serie. No hay un camino único para retocar una foto y la mayoría de las veces las decisiones que tomamos obedecen más a motivos estéticos que a razones puramente técnicas (limpieza de manchas, eliminación de ruido, etc)


Partimos de la imagen con ya unos mínimos retoques en Lightroom. Básicamente algo de Vibrance y enfoque para paisaje (40/0,8/50/0). Consideré que en el caso concreto de esta imagen el resto de retoques era mejor hacerlos en Photoshop porque siempre ofrece más flexibilidad y potencia.

De un vistazo rápido a la imagen lo primero que ví que necesitaba mejorar era ese cielo que, a pesar de haber utilizado un filtro degradado neutro, quedaba aún sobreexpuesto. Lo segundo que me chirriaba un poco eran las tonalidades tan frías que presentaba.

Identificadas las dos cosas a trabajar en la imagen, ya sólo era cuestión de ir desmenuzándolas en tareas más pequeñas.

Cielo sobreexpuesto

Como afortunadamente había realizado otra toma dos pasos subexpuesta tenía material con el que jugar para recuperar la zonas quemadas del cielo. Además conseguí una tercera imagen con la que trabajar generando un HDR con Photomatix Pro a partir la toma sobrexpuesta y subexpuesta.


Como se puede comprobar el HDR está lejos de dar los resultado deseados. La zona del cielo por encima del sol queda bien, equilibrando el azul del cielo con las zonas más oscuras de las nubes en la esquina superior izquierda, pero las nubes justo debajo del sol quedan empastadas y sin volumen. Además las rocas en la mitad inferior de la imagen quedan muy artificiales, con poco contraste y muy saturadas. En teoría para solucionar estos problemas sólo hubiera hecho falta jugar con la toma sobreexpuesta y el HDR aplicando máscaras, pero en la práctica tuve que añadir la imagen subexpuesta y la máscara correspondiente.

El pintado sobre las máscaras es puramente subjetivo ateniéndome a decisiones meramente estéticas difíciles de explicar y seguramente de hacerlo ahora de nuevas lo haría de otra forma.

Quedaban, no obstante, un par mejoras por hacer. En primer lugar aclarar algo ese cielo para equilibrarlo con la luminosidad del primer plano. Para ello tiré de niveles con una máscara para que afectara únicamente a todo el área por encima de la franja de árboles excluyendo la zona del sol.

En segundo lugar oscurecer y aclarar muy ligeramente ciertas partes de las nubes para dar así más sensación de volumen. Esto lo conseguí creando una nueva capa (Layer->New Layer) en modo Overlay, rellenándola con gris neutro al 50% y pintando con el pincel sobre ella, algo oscuro si quiero oscurecer y algo claro si quiero aclarar.

El resultado final es el que véis a continuación:


Tonalidades frías

Solucionado el primer problema era hora de abordar la cuestión de las tonalidades frías. Lo más fácil para mi a la hora de aportar calidez es jugar con las curvas, restando color azul y añadiendo rojo. En este caso sólo lo aplicaría a la zona de las rocas pues no quería perder las tonalidades frías de las nubes.

Llegado a este punto seguía sin estar aún conforme con el resultado. La foto necesitaba algo de contraste, pero no de forma global, sino únicamente en las zonas oscuras. Para ello lo más fácil era usar una acción de Máscara de Luminosidad de Tony Kuyper para las zonas oscuras. Esta máscara aplicada a una curva en forma de 'S' me proporcionó el efecto buscado.

La imagen ganaba pero aún necesitaba algo más de contraste, sobretodo en la zona de las rocas. Decidí aplicar la técnica de mejora del contaste en los tonos medios. Para ello hay que crear una capa nueva, resultado de acoplar todas las demás (MAY+CTRL+ALT+E) y aplicar un filtro High Pass con un radio de 10 píxeles, a continuación se dessatura la imagen resultante y se fusiona en modo Color Burn con una opacidad entre el 5-10%. Sólo faltaba aplicar la máscara correspondiente para excluir las zonas más oscuras. El resultado obtenido, ahora sí, se iba acercando un poco más a lo que tenía en la cabeza.

Os muestro ahora el resultado de ir aplicando sucesivamente los tres pasos anteriores (calidez con curvas, contraste con curvas y contraste en los tonos medios)


Llegados a este punto decidí potenciar aún más los cálidos pero esta vez saturándolos. Para ello recurrí a la herramienta de Color Selectivo y jugué con los valores del canal amarillo. De esta forma los anaranjados entorno al sol ganaron fuerza y los verdes de las rocas se tornaron algo más cobrizos.

La franja intermedia de nubes bajo el sol seguía sin ser de mi agrado, la veía con poco volumen. Así que cogí una versión de la toma subexpuesta sobrexponiéndola paso y medio y aplicando una máscara de capa la incorporé a la imagen actual. Del resto de pasos que fuí añadiendo, los más relevantes fueron un efecto Velvia para saturar la foto de forma global (es una acción que llevo años utilizando, aunque seguramente ya existan alternativas mejores), unas curvas para aportar algo más calidez a la mitad inferior (aún la seguía viendo algo fría) y una mejora adicional de contraste a través de una máscara de enfoque con valores (20/60/2). Este último paso es algo que aplico a todas mis fotos ya que, aunque de forma muy sutil, proporciona una claridad en los detalles que no deja de sorprenderme.

Sólo cuando el tratamiento de la imagen ya lo doy por acabado es cuando me ocupo del enfoque. Las técnicas a utilizar varían dependiendo de si es para web o para una impresión. Los detalles los dejaré para otro artículo más adelante.

Para los que seais usuarios avanzados veréis que no he comentado nada sobre Smart Filters. Lo he hecho así por consideralo no relevante para el discurso que quería dar y porque no quería liar en exceso el texto. De nuevo, este tema da sufiente de sí como para ser objeto de una nueva entrada en el blog en algún momento, aunque en Internet hay información abundante sobre cómo utilizarlos.

Como habréis podido comprobar mi forma de procesar una foto al final se compone, habitualmente, de muchos pasos pero con cambios muy sutiles entre paso y paso para al final conseguir un efecto bastante diferenciador.


Consideraciones finales

El uso de capas y máscaras conforman los pilares sobre los que se sustenta mi forma de trabajar las fotografías por lo que dominarlos resulta básico. Es tambien importante, aunque en un segundo orden, conocer acciones y "trucos" de terceros e incorportarlos al "recetario" personal en función de nuestras preferenicas personales. Por supuesto no hay una forma o método único para conseguir cierto efecto, los caminos pueden ser varios y a la hora de elegir uno es cuando cada cual tira de su listado particular. Lo que tiene que quedar claro es que antes de utilizar una herramienta concreta hay que plantearse cuál es la necesidad a cubrir, qué quiero conseguir y sólo entonces empezar a pensar en el cómo.

Seguramente después de tanta descripción muchos os hayáis perdido, asi que lo mejor es que os descargeis este PSD en baja resolución para que vayais viendo el efecto de ir aplicando cada capa y cada máscara.

Espero que tanto esta entrada como las otras dos anteriores de esta misma serie os hayan sido ilustrativas y os hayan aportado ideas e inpiración en vuestra forma de enfrentaros a la fotografía de paisaje.


domingo, 14 de marzo de 2010

Recibiendo un nuevo día

No sé que tienen los primeros rayos de sol (o los últimos) reflejados en la nieve que me atraen sobremanera.

Esta que veis es de este mismo fin de semana de una escapada rápida a Cotos en mi querida sierra de Guadarrama. Llegué media hora tarde (¡cómo cuesta eso de levantarse a las 5:00!) y en una búsqueda rápida pude componer lo que veis. La ejecución de la toma fue sencilla pero con el sol en contra recurrí a un viejo truco a fin de reducir al máximo el flare y la pérdida de calidad de imagen que produce un sol directo sobre el objetivo. Hice dos tomas, una exponiendo para el primer plano, ocultado el tercio superior con la mano y otra exponiendo para el cielo. Por supuesto con el polarizador quitado.

Ya en casa no fue difícil hacer el blending. Al principio la toma no me atrajo mucho (primer plano clásico, un cielo bastante sosillo y el tema del sol estrellado algo ya trillado) pero hoy, con un día de por medio, la he vuelto a observar y me llama algo más. Las texturas de la nieve y sus tonalidades cálidas recibiendo el nuevo día me hacen revivir esos momentos de soledad arriba en la montaña de una manera profunda. Por ser testigo de instantes como estos vale la pena uno y mil madrugones.