viernes, 24 de abril de 2009

Fotógrafo del Año

El pasado mes de noviembre FONAMAD celebró su asamblea anual y tuve el privilegio de ser elegido por todos sus miembros Fotógrafo del Año.

Tuve el placer de poder mostrar en una proyección una muestra de mi trabajo que tuvo mejor acogida de lo que esperaba. Por fin, después de solventar algunos problemas técnicos he podido colgarla online. Espero que os guste.


miércoles, 15 de abril de 2009

Benijo

Ya de vuelta de unas minivaciones con la family por la isla de Tenerife puede sacar algo tiempo y volverma a casa con un bello recuerdo de la maravillosa costa de Anaga, en concreto de la playa de Benijo. Una playa que ya desde las alturas me fascinó con sus imponentes moles piedra que dan idea de la grandiosidad de lugar.

Son muchas las fotos que se han visto de esta fotogénica playa, pero a decir verdad no tenía ninguna en mente, casí mejor porque seguro que me hubieran condicionado.

La bajada a esta playa se realiza por unas escaleras que descienden de forma pronunciada 60 metros. No hubiera supuesto ninguna dificultad de no ser porque tuve que cargar con el peque de 2 años, mochila, trípode y demás parafernalia playera que una mamá embarazada no podía cargar.

Ya tenía estudida la zona, sabía que la marea baja iba a coincidir con la puesta de sol y por dónde se iba a esconder el astro rey en esta época del año.

Llegamos a la playa algo más de media hora antes de la puesta de sol, pero primero hay que ocuparse del peque, que tiene que comer algo. La verdad sea dicha empiezo a ponerme nervioso porque quedan muy pocos minutos de luz. Así que al poco rato salgo disparado y me alejo mochila y trípode en mano buscando una composición que me atraiga y haga justicia al lugar. No sólo va a ser la única oportunidad que tenga de inmortalizar esta playa, sino de volverme a casa con alguna foto de paisaje que merezca la pena de todos los días que hemos pasado en esta hermosa isla, donde sobre todo ha habido instantáneas familiares (también es divertido inmortalizar al peque!).

Buscar la concentración en el terreno creativo no resulta fácil de forma tan repentina. No me da tiempo a imbuirme de la magia del lugar y tiro de una receta que suele funcionar, aunque no sea muy original. Busco algún elemento fotogénico en primer plano que de profundidad y salpicado por las olas para proporcionar algo de dinamismo a la escena. El sol está a punto de esconderse tras las nubes para ya no salir. Lo encuentro y todo ya es ponerse a montar trípode, ajustar los parámetros de la cámara maximizando la profundidad de campo con un ISO bajo y elegir los filtros adecuados. Quito el polarizador porque con el sol en contra apenas se nota su efecto y me va a generar más flare que otra cosa. Cojo un filtro degradado para compensar el excesivo contraste que tiene la escena. En este caso y dado lo bajo que está ya el sol un degradado inverso es lo adecuado. Tiro unas cuantas fotos desde la misma posición, ya que ninguna va a ser igual por el vaivén de las olas, moviendo el filtro con la mano para suavizar la zona de transición. Al poco tiempo el sol ya se ha escondido.

La mamá y el peque se aproximan por la orilla llamándome y la burbuja de concentración en la estoy inmerso se rompe. Hago unas cuantas fotos familiares a contraluz aprovechando la belleza del entorno como telón de fondo. Me resisto a guardar los bártulos pero la noche está cayendo y nos esperan 60 metros de subida en plena noche. Me queda la sensación de que todo ha transcurrido en un suspiro y de que no me ha dado tiempo a absorber la magia del entorno. Pero al menos me vuelvo a casa con un bonito recuerdo, ¿mejorable? por supuesto que sí, pero a veces no se puede pedir más y hay que dar gracias por lo que uno tiene.